| “CENTENARIO DEL 
            ASALTO Y TOMA DEL MORRO DE ARICA” SELLO Nº973-975 GLORIAS MILITARES 1880-1980  Con la emisión 
              de una serie de sellos conmemorativos, Chile a querido tributar 
              un homenaje a los constructores de la victoria en la Guerra 
              del Pacífico. Con este propósito, la filatelia estampará las
               egregias figuras de tres héroes cuyo centenario de 
              glorias se cumplen en 1980: el Comandante
              en Jefe, General Manuel Baquedano; el Comandante de las tropas que actuaron 
              en la epopeya de Arica, Coronel Pedro
              Lagos y el Comandante 
              del Regimiento 4º de Línea, Teniente
              Coronel Juan José San Martín. El sello que los recuerda recorrerá Chile
              y el mundo,  exaltando tan extraordinarias personalidades y los
              hechos  tan significativos, en que se cubrieron de gloria. Hablar de Baquedano, es evocar las más
              altas virtudes  militares del hombre que supo mandar al Ejército
              en  la guerra, con talento, voluntad y coraje. Cumplió 
              su misión porque logró llegar siempre al alma 
              de sus soldados, predicando con su ejemplo personal y sembrando
               a su paso, en medio del dolor de la guerra, la tranquilidad 
              y la esperanza. En los momentos cruciales, por sobre el sacrificio,
               impuso a su alrededor el optimismo y confianza, hasta alcanzar
              la meta victoriosa que la Patria le había confiado. Baquedano encarna con precisión los atributos
              del Comandante  en Jefe de todos los tiempos, porque supo brillar
              con el mismo  vigor en la euforia del triunfo y en la solemnidad
              de la paz.   De regreso a Chile, aclamado junto a sus tropas
              victoriosas en Valparaíso y Santiago, luce con modestia su uniforme
                de General en Jefe, sin otra condecoración que el prestigio
                 de su alma de soldado. Más tarde, declinara postular
                  a la Presidencia de la República que se le ofrece, 
              y volverá a reanudar su vida de pacífico ciudadano,
               sin alterar la armonía de sus hábitos. Por último,
                en un gesto que emociona, será su postrera decisión
                 legar su fortuna a las viudas de los soldados caídos
              en acción. Decora también la historia del Ejército,
              el  nombre ilustre del Coronel Pedro
              Lagos, quien siendo muy niño
               ingresó a la Escuela Militar y forjó allí 
              el temple acerado de su alma, desde simple Soldado. La guerra lo
              sorprendió en el grado de Coronel y fue 
              entonces cuando lució toda su audacia y su valor. Lagos
               es el hombre temerario y activo, que no trepida ante las empresas
               más arriesgadas. Para ubicarlo en la Batalla, sólo
                es necesario averiguar el sitio de mayor peligro y ahí 
              se le encuentra, en primera fila. Elegido para conducir las tropas que asaltarán
              el Morro  de Arica, explora en detalle, planifica acuciosamente
              y marcha a la cabeza de sus hombres silenciando las minas y la
              metralla,  hasta ver flamear el Tricolor en lo más alto
              del bastión.Principal consejero del Comandante en Jefe, será el 
              inspirador de toda maniobra audaz, en cada una de las acciones 
              posteriores. Antes de terminar la contienda, en Miraflores, 
              cierra otro capítulo por su increíble audacia 
              y valor.
 Otro de los héroes inmortales es el Comandante
              Juan  José San Martín. Soldado profesional que cubrió 
              todas las acciones de la guerra, condujo a sus hombres predicando
               con su valor y ejemplo. Compañero de Lagos, compartió 
              junto a él los laureles del Morro. El Comandante San Martín se destacó además,
               por haber prendido su imagen en le corazón de sus subalternos,
                quienes lo admiraban por la lección permanente de moral
                 y coraje que irradiaba su presencia. No obstante sus años,
                  comparte con sus jóvenes soldados la portentosa proeza
                   de conquistar el bien defendido y minado Morro, en sólo
                    55 minutos. Cae herido de muerte en tan titánica empresa,
                     al frente de su glorioso Regimiento 4º de Línea.  AUGUSTO PINOCHET 
              UGARTEGeneral de Ejercito
 Presidente de la República de Chile
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